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jueves, 9 de febrero de 2012

Mi casa ya no vale nada

Hace dos años compré una vivienda de nueva construcción por 130.000 euros y acabo de descubrir viendo un anuncio, que ahora se venden por 100.000 euros.
No me sorprende demasiado porque se viene oyendo que los bancos van a limpiar ‘activos tóxicos’ sacando a precios bajos las viviendas que no se venden ni a tiros.
Ni que decir tiene que mi deuda con el banco es superior al valor actual de la casa, pero lo más gracioso es que, cuando compré hace dos años y liquidé los impuestos correspondientes, Hacienda (Tribunal Económico Administrativo Regional) me hizo una revisión, reclamándome diferencias, porque según sus cálculos  el valor de la vivienda  era de 155.000 euros ¡¡con dos cojones!!
¿Acaso se van a revisar ahora los valores catastrales según el valor de mercado actual?
La cuestión es que compro una vivienda y pago impuestos por el 150% de su valor real y además se incrementa el IBI cada año, al mismo tiempo que el valor de mi propiedad disminuye día a día, sube el IRPF, el IVA,  mi sueldo se reduce y peligra la estabilidad de mi empleo.
En conclusión, a los que aún resistimos nos estrujan de tal modo que finalmente acabemos por no poder pagar esa casa, originando así un nuevo ‘activo tóxico’ al banco, que a su vez requerirá, para su saneamiento,  de Fondos Públicos,  los cuales también sufragaré con mis impuestos, para mayor escarnio;  a no ser que definitivamente ya forme parte del sector, cada vez más grande,  constituido por quienes sólo reciben, ya que no pueden aportar más y así poco a poco al carajo el estado de bienestar y la madre que lo parió.
Siempre ha habido desahucios y más en los últimos años, en los que muchos insensatos se ha empeñado alegremente hasta los ojos, pero le manda cojones que te eche a la calle una entidad como el Banco Valencia o las Cajas rescatadas con dinero público.
Entre estas cavilaciones, procuro no irritarme  pensando que al menos soy afortunado por poder continuar pagando y viviendo en mi casa, pero algo debe cambiar para que no se cumplan mis augurios.
¿Por qué no se dejan de ingeniería financiera, macroeconomía y ostias en vinagre y se aplican de una puta vez iniciativas basadas simplemente en la justicia y el sentido común?
1.     Limitar por ley los intereses bancarios, puesto que se están beneficiando de dinero público.
2.     Que en caso de impago, la Ley Hipotecaria no permita embargar todo el Patrimonio del deudor y se limite a resarcir la deuda con la entrega de la vivienda.
3.     Una alternativa podría ser nacionalizar esas Cajas y Bancos insolventes para aplicar políticas menos abusivas.
4.      Que los impuestos se apliquen sobre el valor de compraventa, más aún en el momento actual, en que el valor de mercado es tan inestable.
¿Se os ocurren más propuestas?

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